Identificamos tres categorías de desafíos que deben abordarse para mantener y mejorar la salud humana frente a tendencias ambientales cada vez más dañinas. En primer lugar, las fallas conceptuales y de empatía (desafíos de la imaginación), como una dependencia excesiva del producto interno bruto como medida del progreso humano, la falta de consideración de los daños futuros para la salud y el medio ambiente sobre las ganancias actuales, y el efecto desproporcionado de esos daños. sobre los pobres y los de los países en desarrollo. En segundo lugar, las fallas en el conocimiento (desafíos de investigación e información), como la incapacidad para abordar los factores sociales y ambientales de la mala salud, una escasez histórica de investigación y financiamiento transdisciplinario, junto con la falta de voluntad o incapacidad para lidiar con la incertidumbre dentro de los marcos de toma de decisiones. En tercer lugar, las fallas de implementación (desafíos de gobernanza), como la forma en que los gobiernos y las instituciones retrasan el reconocimiento y las respuestas a las amenazas, especialmente cuando se enfrentan a incertidumbres, recursos comunes compartidos y desfases de tiempo entre la acción y el efecto.
Año: 2015
Fuente: Fundación Rockefeller-Comisión Lancet sobre Salud Planetaria
