Las cifras absolutas más altas de muertes maternas ocurren entre los 40 a 50 millones de mujeres que dan a luz anualmente sin una partera calificada. La mayoría de estas muertes se producen en países con una tasa de fecundidad total superior a 4. La combinación del calentamiento global y el rápido crecimiento de la población en el Sahel y partes de Oriente Medio supone una grave amenaza para la salud reproductiva y la seguridad alimentaria. La pobreza, la falta de recursos y el rápido crecimiento de la población hacen que sea poco probable que la mayoría de las mujeres en estos países tengan acceso a parteras capacitadas o atención obstétrica de emergencia en un futuro previsible. Se pueden implementar tres estrategias para mejorar la salud y los derechos reproductivos de las mujeres en entornos de alta fecundidad y bajos recursos: (1) hacer que la planificación familiar sea accesible y eliminar las barreras a la anticoncepción que no se basan en pruebas; (2) ampliar la distribución comunitaria de misoprostol para la prevención de la hemorragia posparto y, donde sea legal, para el aborto con medicamentos; y (3) eliminar el matrimonio infantil e invertir en niñas y mujeres jóvenes, reduciendo así la maternidad temprana.
Año 2012
Fuente: Revista Internacional de Ginecología y Obstetricia
